Camaradas, compañeros, amigas y amigos. Todos ustedes son mis amigos, mis amigas, pero en los asuntos del deber no hay amistad que valga y ustedes aquí o son líderes o deben serlo y se están preparando para ello. Hay algo que nos hace mucho daño a nosotros: la indisciplina. Cada quien empieza a buscar excusas para no ir, para no llegar, para no cumplir o para tapar las fallas de los demás o de él mismo en una actitud que es verdaderamente criminal para el proyecto revolucionario, ¡criminal!